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Alicia en el país de las maravillas

Ficha técnica y artística

 

Título Original: Alice in Wonderland
Dirección: Tim Burton  País: USA   Año: 2009
Duración: 108’
Interpretación: Mia Wasikowska (Alicia), Johnny Depp (Sombrerero), Helena Bonham Carter (Reina roja), Alan Rickman (Voz de la oruga Absolem), Anne Hathaway (Reina Blanca), Michael Sheen (voz conejo blanco), Stephen Fry (voz gato de Cheshire), Timothy Spall (voz del sabueso), Crispin Glover (Jota de corazones), Christopher Lee (voz del Galimatazo), Matt Lucas (Tweedledee y Tweedledum)
Guión: Linda Woolverton; basado en los libros de Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo
Producción: Joe Roth, Jennifer Todd, Suzanne Todd y Richard D. Zanuck
Música: Danny Elfman

 

Reseña de Francesc Vieta y Mercè Ferriz
 
¿Qué sabemos de Alicia en el país de las Maravillas? Muy probablemente, incluso para aquellos que no leyeron a Lewis Carroll o no vieron el clásico de Disney, Alicia es esa niña que se halla en aquel momento de la vida en que uno conserva aún la receptividad infantil pero está a punto de dormirla. En este contexto Alicia visita el país de las Maravillas, un mundo en el que es posible aquello que ya no podría ser en el nuestro.
 
El film de Tim Burton es sin embargo una reinterpretación del clásico desde una óptica actual, en la que Alicia, nuestra Alicia,  está ahora a punto de entrar en el mundo de los adultos irremediablemente.
 
El largometraje empieza conectándonos con la historia y el personaje de Alicia a través de su contexto relacional significativo. Nos presentan a su padre, un hombre emprendedor, arriesgado, cuyos planteamientos parecen ir a contracorriente, según la mirada de sus contemporáneos, pero profundamente capaz de establecer una conexión emocional con Alicia, recogiendo y validando aquellos pensamientos y sentimientos que la pequeña presenta, incluso en momentos poco oportunos. Tras un salto de trece años, conocemos a la madre, recientemente enviudada, que está más adaptada a su entorno social, pero que también consigue, aunque de un modo distinto, tal vez más implícito, establecer la conexión emocional con su hija.
 
Alicia pertenece a una época y un entorno social donde ya está determinado cómo deben ser gran parte de las cosas: rígidas normas sociales, indumentaria, matrimonio…Todos a su alrededor parecen estar profundamente de acuerdo en hacer lo que toca y determinados a que Alicia se una a ellos para siempre.
 
Alicia tiene unos pocos minutos para percatarse de la situación, que se avecina en forma de encerrona. Necesita un momento, pero no un momento cualquiera…necesita un momento infinito….Precisa de un tiempo mucho más mental que cronológico…en todo caso de un tiempo crono-ilógico. Y así llega el conejo con su reloj y sus prisas. Alicia, receptiva a poder ver las cosas de otro modo, se siente invitada a seguirle. Es así como llega a la madriguera.
 
La caída por la madriguera podría ser catastrófica si Alicia no fuera conectando con la posibilidad de que en realidad sea un caer en la cuenta de las cosas que uno deja de ver si se convierte en un adulto como toca. Esta caída hace que la gravedad se relativice y la velocidad se ralentice hasta ver el mundo del revés.
 
Una vez allí busca una salida/entrada que la lleve al mundo onírico. Es la pequeña puerta detrás de la cortina que resulta ser del tamaño de un niño/a. Entonces debe hacerse pequeña y de nuevo grande pues no recuerda las complicaciones de dichos cambios temporo-espaciales, como cuando una vez menguada no alcanza la llave que abre su puerta.
 
Una vez sale-entra por la puerta se encuentra con un mundo en el que todos la están esperando. Todos se hallan receptivos a su llegada.
 
Los personajes principales
Absolem, el oráculo: Mientras el conejo y los demás se debaten en decidir si Alicia es o no la verdadera Alicia. La Oruga Azul acepta la posibilidad de que nuestra Alicia sea y no sea quién estamos esperando. O mejor dicho…piensa que aún no lo es del todo pero que podría llegar a serlo. Esta es una intervención breve pero intensa, rápida en el efecto que causa en todos: a los que dudaban les devuelve la esperanza y a la propia Alicia la confronta con quién es y quien puede o no puede llegar a ser.
 
El Sombrerero: Este personaje, en la versión clásica, es conocido por celebrar exactamente lo contrario de lo que toca: los no cumpleaños. Fácilmente será tachado de maníaco, pero pq nos da tanto miedo hacer lo que no toca??
 
El Sombrerero de nuestra Alicia, sin embargo es alguien mucho más receptivo, tanto que se ha quedado atrapado, esperando, en el espacio-tiempo en el que Alicia llegó por 1º vez. Cuando Alicia regresa recupera la vitalidad, el tiempo detenido recupera el movimiento. Él sí reconoce a Alicia en el mismo instante  en que la ve… Espera entrar en contacto con la muchedad de ella, y poder así resolver el Galimatazo (Muchedad es la capacidad de conectar emocionalmente con algo universal. Nosotros lo llamamos receptividad).
 
Sin embargo, Alicia es ahora demasiado grande y debe empequeñecerla aún un poco más para protegerla de la Reina de Corazones. El sombrerero de nuestra Alicia nos parece un personaje mucho más atractivo; no solamente celebra aquello que no toca sino que es a su vez artista, bufón, guerrero y enamorado. Querrá este personaje evocar al hombre de nuestros días??
 
La Reina de corazones:
Sospechamos que no es casual pero ¿no os hace pensar en un cruce entre Micky Mouse enloquecido y Hitler encarnado en mujer?? Ciertamente es una extraña combinación. Evidente que es Hitler, un tirano en mujer. Pero es también una mujer enamorada, en el marco de su desesperación, de un guerrero trepa (Jota de Corazones). Descubrimos un anhelo que por un instante la hace más humana: ser amada por todos en lugar de temida. Podría ser que comprender la razón de dicho anhelo en alguien como la Reina Roja nos aportara claridad acerca de la tiranía y los tiranos. La Reina de Corazones tiene un complejo que le duele: su gran cabeza. Su entorno relacional no sido capaz de encontrar otra forma de lidiar con ella –para no perder la cabeza, claro está- que compensar su complejo falsificando otros similares.
La Reina Roja tiene un poder que parece ilimitado. Controla el Galimatazo. Y cuando su corazón explote de odio – o de vergüenza al comprobar el engaño- lo soltará y no dejará títere con cabeza, grande o pequeña.
 
Galimatazo: El galimatazo, al igual que un problema puede llegar a convertirse en un problemazo, es un galimatías que se convirtió en un galimatazo. Y cuál es el galimatzo? En el film está encarnado por un ser mítico, que se encuentra hibernando a la espera, receptivo a ser llamado. Es un ser tan peligroso, tan destructivo, que Alicia  se asusta y se niega en rotundo a resolverlo. Resolver el Galimatazo quiere decir matarlo. Cortarle la cabeza. Cortar la cabeza es explícitamente muy traumático, definitvo. Impepinable….pero cuando uno conecta con algo muy importante y le cortan la cabeza también es definitivo. “Borralo de tu mente!” le dice nuestra Alicia al Sombrerero cuando éste pretende que se enfrente a su destino. Y él pierde de nuevo la vitalidad para caer en el espacio-tiempo del trauma.
 
El Día Gloricioso:
Para entender que Alicia en el mundo onírico debe hacer algo tan épico y contundente como cortarle la cabeza al Galimatazo va bien ponerse en su piel cuando se encuentra en la Glorieta ante una multitud que espera, desapasionada, como es pedida en matrimonio. ¿Acaso no es este espacio-tiempo el equivalente en el mundo onírico al día Gloricioso?. Uno casi puede sentir la presión a la que se halla sometida. UN modo de verlo es que antes de tomarse el momento Alicia siente la presión de tener que hacer lo que toca. Su receptividad, a punto de dormirse para siemrpe, le impide tener la esperanza de que la expectativa de los allí presentes no sea otra que la de seguir el camino de siempre. después de tomarse un momento, regresando del país de las maravillar habiendo resuelto el galimatazo, Alicia puede estar receptiva a la posibilidad de tal vez esperen algo distinto esta vez.
 
Comentario final
En esta versión del clásico de Carroll, Tim Burton (director)  y Linda Woolverton (guionista), junto con el resto del equipo, han hecho crecer a la Alicia del primer cuento. La han llevado hasta un momento crucial en la vida de toda persona, el dia Gloricioso en que cada uno debe enfrentarse a su particular Galimatazo.
 
La historia de Alicia evoca aquellos momentos mágicos en los que, siendo niños, nos iban a contar un cuento. Nos permite mirara de nuevo esa cara del mundo que creíamos perdida, para poder entender la receptividad, la muchedad, que nos conformaba en esos tiempos infantiles. Esa muchedad-receptividad, era el campo dónde un adulto, aún receptivo, sembraba la iniciativa de contarnos un cuento.

 

 

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